viernes, noviembre 10, 2006


A mi hijo...
Cristopher, mi pequeño,
mi pedacito de entraña,
eres el amanecer
de mi vida apagada.

Te amo hasta la locura
que me da miedo
ver el tiempo pasar
de presenciar el momento
que tengas que marchar.

Asi es que mientras
Hijo déjame gozarte
cada momento, cada instante
déjame estrechar
tu pequeño cuerpo
entre mis brazos.

Mirarte con tu pantalón corto
y tus zapatos desamarrados,
tu carita sucia
y tus manitas pequeñas.

Mi amor, ahora eres
pequeñito
necesitas protección
y ternura
que ve la vida inocente
y divertida.

Pero mañana serás
un joven, que la vida
tendrás que enfrentar
Tenaz y con sabiduría
para que llegues a ser
un hombre…
Un hombre de bien.
Anónimo

No hay comentarios.: